Edgar Walter Rodríguez Mariñas
EDGAR WALTER RODRÍGUEZ MARIÑAS(1)
Edgar Walter Rodríguez Mariñas, el limpiabotas mulato que trabajaba en el palmeral vecino al hotel Colon Palace, hablaba poco y bostezaba mucho. Lo que más destacaba en él, eran sus ojos perla negra . Nadie sabía si era calvo o rizoso: un humilde sombrero de paja lo cubría día tras día.
¿Edad?: Indefinida. ¿Estatura?: Mediana. Ni gordo ni flaco.
Siempre iba vestido lo mismo: camiseta blanca de tirantes y pantalón raya pijama. En sus pies, sandalias.
Cuando me acerqué a él, me preguntó:
-¿Limpio?
-Sí, por favor. Pero antes, ¿permite que le haga una foto?
Edgar Walter Rodríguez Mariñas no reía nunca. Ni siquiera sonreía.
-No.
Tras una generosa propina, cambió de opinión: Bueno, pero con su puro en mi boca y sus gafas carey en mis ojos.
Transigí; le cedí puro y gafas.
Lo enfoqué, ¿saldría en la foto el ridículo intento de bigote del mulato?
-Oiga, y solo de medio cuerpo.
-¿Por qué?
-Soy medio blanco y medio negro.
-¿Y qué?
-Mi parte de blanco exige lo que no es suyo.
-¿Y su parte de negro?
-Se rebela contra el blanco.
EDGAR WALTER RODRÍGUEZ MARIÑAS(2)
El periodista gallego cumplió. Cuando yo sacaba brillo a los zapatos de un yanqui, apareció en su carro rojo apache. Se apeó y sonriente me entregó un sobre: tengo prisa. Nos volveremos a ver.
Mientras remataba mi trabajo, me imaginé la foto que portaba el sobre. Le había dicho: La quiero de medio cuerpo y con su puro en mi boca y sus gafas carey en mis ojos.
-¡Se lo prometo! -confirmó.
La colocaría entre la de mi abuelo y la de mi padre. Haríamos un conjunto muy chévere, los tres con sombrero de paja y camiseta blanca de tirantes. ¡Ah!, pero yo destacaría: El puro y las gafas carey me darían un aire superior. Mi piel, bastante más clara, y mi fino bigotillo, eran detalles que tampoco pasarían desapercibidos. Aunque en algo perdía: las gafas apagarían la luz de mis ojos cristal azabache que reverberaba en los suyos.
El yanqui se fue. Abrí el sobre.
-¡Maldito gallego!
Unos pies en sandalias. Unos pantalones raya pijama. Un cinturón de cuero con hebilla plateada. Era todo.
Para más guasa, al sur de la foto, mi nombre:
Edgar Walter Rodríguez Mariñas
Olegario García Fdez.
Libre de virus. www.avast.com
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